jueves, 25 de junio de 2015

Deberes para el verano: jugar y disfrutar

Por Esteban G. Santana Cabrera
Afortunadamente, los más pequeños de hoy en día no tienen que vivir el calvario que teníamos que soportar generaciones atrás con la llegada del verano, y sobre todo si había suspensos de por medio. Recuerdo estaciones estivales enteras dedicadas a estudiar para septiembre, donde en pocas ocasiones había cambios significativos con las notas de junio. Pero esto ya es historia gracias a Dios, o al menos hay una tendencia al cambio.
El Artículo 2 de la última Orden de Evaluación nos habla del carácter de la evaluación y es importante que lo tengamos en cuenta.
Y dice en su punto 1 que la evaluación del alumnado que curse la etapa de la Educación Primaria será global, para lo cual se tendrá en cuenta su progreso en el conjunto de las áreas del curso, así como el grado de desarrollo de las competencias y el logro de los objetivos de la etapa. Y en el punto 2 de esta misma Orden de Evaluación, subraya que, además, la evaluación será continua y formativa, lo que permitirá contar, en cada momento del curso, con una información general del aprendizaje del alumnado para facilitar tanto la detección de dificultades como la consolidación de los aprendizajes; la adecuación del proceso de enseñanza del profesorado a las necesidades de aprendizaje del alumnado.
Evaluación global, continua y formativa no solo del alumnado sino también del profesorado. Porque cuando un alumno fracasa y "suspende", fracasa y suspende el profesor. Por ello las notas por un examen deben pasar a mejor vida. Fernando Trujillo que durante estos días pasados estuvo por nuestra isla, nos hablaba de evaluación y de la necesidad de hacer una buena gestión del aula, pero sobretodo el que haya una buena comunicación entre profesorado-alumnado. El alumno debe ser partícipe de su proceso de evaluación y debe participar en la evaluación del proceso de enseñanza aprendizaje en el que está implicado. Poner una nota debe ser producto de un proceso de reflexión muy serio que no se debe limitar a la nota de uno o varios exámenes y poco más.
Los criterios de evaluación de las áreas establecidos en el Decreto 89/2014, de 1 de agosto, relacionan todos los elementos del currículo: objetivos de la etapa, competencias, contenidos, estándares de aprendizaje evaluables y metodología; y son los referentes, junto con los estándares de aprendizaje evaluables, que están graduados por cursos en la explicación de dichos criterios, para la evaluación de las áreas y para la comprobación conjunta del logro de los objetivos de la etapa y del grado de desarrollo y adquisición de las competencias en el alumnado.
Es por ello que el aprendizaje debería ser significativo, partiendo de las necesidades e intereses del alumnado, y sobre todo que sea competencial. Lo importante no es que el alumnado adquiera conocimientos sin ton ni son, sino que sea más competente.
Por ello, este verano podemos aprovechar para evaluarnos como docentes, como padres y madres y como alumnado para, entre todos, analizar el por qué de un fracaso escolar, un suspenso o una baja nota. Pero no nos olvidemos de pasear, disfrutar, desconectar, viajar, bailar, ... y por encima de todo jugar, ya que de paso, se adquiere un mayor desarrollo de las áreas psicomotriz, cognitiva y afectivo-social. Dejemos a un lado en verano los deberes repetitivos y sin sentido y demos paso al juego y al disfrute de momentos con los amigos y con la familia, sobre todo al aire libre.

2 comentarios:

  1. Ese es el mejor deber que se puede mandar para el verano, Esteban. Y si me fuerzas, quizás, para el resto del año. Sin placer, no hay aprendizaje. Un abrazo y buen verano

    ResponderEliminar
  2. Ese es el mejor deber que se puede mandar para el verano, Esteban. Y si me fuerzas, quizás, para el resto del año. Sin placer, no hay aprendizaje. Un abrazo y buen verano

    ResponderEliminar